lunes, noviembre 06, 2006

Scarabajeo fantasioso: ¿Pena de muerte?



Poco después de conocerse la condena de Sadam Hussein Amnistía Internacional ha rechazado la sentencia de muerte y ha pedido un nuevo juicio en memoria de las víctimas del dictador, que exigen "verdad, justicia y reparación", para lo que resultaría imprescindible la colaboración del antiguo líder iraquí. Asimismo, estima necesario estudiar la información que Hussein posee para resolver los cientos de asesinatos que quedan sin esclarecer.
Amnistía Internacional, además, ha criticado la ilegalidad de ciertos aspectos del proceso contra Hussein, que considera se ha visto afectado por presiones externas, procedentes del poder ejecutivo y que ha llegado a extremos preocupantes.
Y es que aunque parezca increíble, este tipo de prácticas se siguen dando en el mundo en que vivimos; y son varios los países que se empeñan en mantener la práctica inhumana que es la pena de muerte. Esta pena niega todos los derechos del ser humano. Viola el derecho a la vida que proclama la Declaración Universal de Derechos humanos. Es un homicidio premeditado llevado a cabo por los estados en nombre de la justicia y que se realiza a sangre fría. Además, es inevitable que se cobren vidas de personas inocentes. No se puede evitar el riesgo de ejecutar a un inocente.
El caso de Sadam Hussein es un caso “extremo”, pero incluso en este caso, no se debe aplicar la pena de muerte, no se puede asesinar en nombre de la justicia.
Oponerse a la pena capital no resta importancia, ni significa que se de la aprobación a los delitos de los que fueron declarados culpables los condenados a muerte. No se menosprecia el sufrimiento de los familiares de las víctimas de asesinato. Sin embargo, la finalidad y la crueldad de la pena capital hacen que ésta resulte incompatible con las actuales normas de conducta civilizada y que sea una respuesta inadecuada e inaceptable a los delitos violentos.
Además, las penas de muerte no funcionan, no se ha demostrado científicamente que funcionen. En países en los que está instaurada la pena de muerte, se siguen cometiendo delitos al igual que en otros, e incluso en mayor medida. Por lo que la pena de muerte no es un castigo duro con el delito, sino con el delincuente.
Por lo que la pena de muerte es un acto inhumano, que viola la Declaración de Derechos Humanos, que puede asesinar a personas inocentes... Es un asesinato realizado a sangre fría por los gobiernos en nombre de la justicia, y que se comete delante de nuestras narices. ¿Por qué no hacemos nada por evitarlo?

SCA (Sergio Campo Almeida)

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